Os proponemos en esta nueva entrada una mirada atrás en el tiempo. Hasta los
inicios de la revolucionaria imprenta de tipos móviles de nuestro amigo
Gutenberg.
Hoy en día podemos componer e imprimir
cualquier texto tan solo a golpe de clic, pero en los comienzos de la imprenta
la edición de un libro era un proceso artesanal que requería tiempo, mimo y
cuidado, y al que queremos acercaros con este video que muestra las distintas fases del proceso de
impresión.
La primera de ellas, la de composición
(manual, por supuesto), en la que el “cajista”, delante de una especie de mesa
inclinada, llevaba a cabo la elección y colocación de los tipos (letras, signos
o espacios). En la fase de casado e
imposición se construía cada forma con sus reclamos, signaturas y numeración.
Una forma contenía el conjunto de páginas compuestas que permitían imprimir un
pliego por uno de sus lados. La fase de impresión comenzaba con la forma
colocada sobre la imprenta donde se entintaba con la “bala”, un tampón de piel
relleno de lana. Una vez entintada, se colocaba el pliego de papel y se
accionaba la prensa, para terminar con el recorte, cosido y encuadernación del
libro.
Como veis, un gran ejercicio de paciencia y
minuciosidad para crear estas joyas de papel. Un buen número de ellas, casi 8000 ejemplares,
conforman el Fondo Antiguo de nuestra Biblioteca, y han llegado hasta nosotros gracias al buen
hacer de aquellos primeros impresores.